ORIENTACIONES PARA EL PROFESORADO PARA LA ATENCIÓN AL ALUMNADO CON DISCAPACIDAD TDAH

Disposición física del aula:
-         Disposición por filas, reduciendo al máximo la colocación de las mesas en grupos.
-         El profesor/a debe moverse con facilidad y tener acceso a todos/as los/as niños/as.
-    Cerca del profesor deben aparecer solamente los materiales indispensables para el trabajo que se vaya a realizar.
-          En los pupitres deben aparecer solamente los materiales indispensables para el trabajo que se vaya a realizar.
-          Colocar al lado del alumno con déficit de atención modelos adecuados.
Presentación de las explicaciones:
-       Simplificar las instrucciones sobre la tarea y pedir al niño que las repita.
-      Proporcionarle, antes de la explicación, un listado de conceptos “clave” para ayudarle a focalizar la atención y extraer la información principal.
-       Promover su participación activa:
+ Ayudante en la instrucción, escribiendo palabras o ideas en la pizarra…
+ Motivarlo para elaborar imágenes mentales, plantearle preguntas sobre estas imágenes a fin de asegurarse de que está visualizando el material.
+ Actividades de juego de roles dirigidas al aprendizaje de conceptos nuevos, acontecimientos históricos, fenómenos sociales…
-          Plantearle preguntas frecuentes durante las explicaciones y ofrecerle retroalimentación inmediata de sus respuestas.
-          Mantener el contacto ocular frecuente.
-          Utilizar claves y señales no verbales para redirigir su atención mientras continúa explicando.
-          Proporcionarle la tutoría de un compañero/a que le ayude a revisar los conceptos fundamentales.
-           Permitirle que explique los conceptos aprendidos a otro compañero más lento que él.
Realización de actividades:
-          Simplificar la instrucción:
+ Establecer el tiempo durante el cual el niño puede actualmente mantener su atención centrada en la tarea. Reforzando e ir aumentando progresivamente su esfuerzo en lugar de reñirle o forzarle por medios impositivos.
+ Segmentar las tareas complejas en fases, marcar un tiempo prudente para terminar cada fase, alabar al estudiante cada vez que alcance el objetivo marcado y pedirle que siga a continuación con la siguiente fase.
+ Evitar hacer comentarios sobre sus conductas de falta de atención. En su lugar, suministrarle claves verbales discriminativas que le instiguen a reflexionar sobre su forma de comportarse: “recuerda qué es lo que tenías que hacer” o “ ¿estás terminando ya tu trabajo?”.
+ Pasearse por la clase para comprobar qué hace el alumno/a y suministrarle retroalimentación sin molestarse.
+ Bajar el listón de productividad: es mejor que haga 4 ejercicios bien que 8 mal.
+ Procurar que las actividades no sean largas.
+ Cuadernos de actividades con formato sencillo. Sin dibujos no relacionados con la tarea, incluyendo una o dos actividades por página, dejando espacios en blanco entre ellas.
+ Enseñar y motivar al estudiante para que aplique las autoinstrucciones a las actividades. Tratar de que mediante el lenguaje autodirigido:
1.     Se pare y considere qué es lo que tiene que hacer: “¿cuál es mi problema?
2.    Genere posibles directrices de actuación: “¿cuál es mi plan?
3.    Autoobservarse su ejecución: “¿estoy siguiendo mi plan?”
4.    Se autorrefuerce “bien, me he reforzado mucho y he conseguido hacerlo bien”; o que en su caso desarrolle estrategias de afrontamiento de error “me he equivocado, la próxima vez iré más despacio y pensaré mejor en lo que estoy haciendo”.
5.    A través del modelado del profesor/a, realización del niño/a con instrucciones del modelo (guía externa manifiesta), rolle-play, refuerzos, etc…

Organización:
-          Demostrar que se valora el orden asignado, 5 minutos cada día para organizar pupitres, cuadernos, estanterías…
-          Dar un premio cada día para la fila o círculo de pupitres más limpios y ordenados.
-          Utilizar la agenda de deberes para que los padres las firmen diariamente.
-          Estructura externa que facilite el cumplimiento de las actividades de cada día en clase. Un horario sistemático en la pared más visible del aula.
-          Explicar con antelación los cambios inesperados.
-          Utilizar claves visuales y auditivas para indicar que la tarea va a terminar y se va a comenzar una actividad nueva. Manejar de forma rápida y organizada los cambios de actividad.
-          Implementar un sistema de puntos según parámetros de cantidad y calidad de trabajo, a partir del nivel de ejecución del alumno/a en esos momentos.

Comportamiento: 
-          Ser positivo y concreto. Explicar lo que se desea que haga el alumno/a y no lo que no se desea. Alabanzas específicas y no frases hechas de carácter general. “Juan, estoy muy contento porque has estado quieto en tu mesa trabajando en los problemas de matemáticas”, mejor que “eres un buen chico”.
-          Recordar de forma breve y concreta las normas. También pedir al alumno/a que explique las reglas correctas de situaciones concretas: “antes de salir al recreo, exigirle que repase las reglas del juego con los compañeros/as”. 
-          Implementar un sistema de refuerzos negociados para premiar comportamientos adecuados y para conductas socialmente negativas: privación de privilegios, coste de respuesta o aislamiento. Si el alumno se marcha, explicar que tiene dos minutos para ir al aislamiento por sí sólo o se le impondrá un castigo más serio, no continuar prestando atención durante el período de decisión, evitar la fuerza física.
-          Servir de modelo y mediador en un método sistemático de solución de problemas para toda la clase:
+ Pararse: “¿cuál es el problema que tenemos?” Definir el problema procurando que toda la clase esté de acuerdo.
+ Torbellino de ideas sin juicio crítico y pizarra: “¿qué planes podemos seguir para solucionarlo?”
+ Pensando en las consecuencias: “¿cuál es el mejor plan que podemos utilizar? ¿es justo?” Colocar puntos positivos o negativos en cada una de las posibilidades recogidas anteriormente, según estos criterios.
+ Subrayarla y ponerla en marcha: “¿cuál de las alternativas reúne más aspectos positivos y menos negativos?”
+ Valorarlo: “¿cómo ha funcionado nuestro plan?” Determinar si todos están satisfechos. Si no, repetir de nuevo el proceso.
-          Potenciar la participación y la responsabilidad. Encargarle tareas sencillas que posteriormente se irán haciendo más complejas.
-          Mantener un estilo positivo de interacción. Cuando haya que proceder a la aplicación de un castigo, darle otra oportunidad, procurar que tenga éxito y alabarle por ello. Evitaremos que desarrolle la idea de que no puede alcanzar el éxito y que continuamente recibe críticas de los demás. Evitar que viva la clase con tensiones y ofrecerle apoyo y afecto. No ponerlo nunca en evidencia delante de los demás.




Comentarios

Entradas populares de este blog

ADAPTACIONES CURRICULARES SIGNIFICATIVAS

TÉCNICAS DE ESTUDIO

El árbol de la inclusión